Conseguir la participación de los países en desarrollo
· El Protocolo de Kyoto no fija límites a las emisiones de gases de efecto invernadero de los países en desarrollo. No obstante, éstas son cada vez mayores, sobre todo en el caso de los Estados muy poblados, como China y la India, cuya producción industrial está creciendo con rapidez.
· Como la atmósfera resulta igualmente dañada por las emisiones de gases de efecto invernadero con independencia de su fuente de procedencia, y se ve igualmente favorecida por los recortes de las emisiones cualquiera que sea el lugar donde se consiguen, el Protocolo incluye un dispositivo para que las reducciones puedan ser “patrocinadas” en países no obligados por los objetivos de emisión. El Mecanismo para un desarrollo limpio está lleno de complicados detalles y siglas, pero en forma simplificada funciona como sigue: los países industrializados pagan proyectos que reducen o evitan las emisiones en los países más pobres, y a cambio se les adjudican créditos que se pueden aplicar para cumplir sus propios objetivos de emisión. Los países receptores se benefician de la infusión gratuita de tecnología avanzada que permite a sus fábricas o centrales eléctricas funcionar de manera más eficiente, y por lo tanto con costos más bajos y mayores beneficios. Y la atmósfera se beneficia también porque las emisiones futuras son más bajas que en ausencia de esos dispositivos.
· Este mecanismo ha suscitado considerable interés en los países tanto ricos como pobres, y se han adoptado medidas para ponerlo en marcha incluso antes de la entrada en vigor del Protocolo. En particular, se trata de un procedimiento eficaz en función de los costos y con un alto grado de flexibilidad para los países industrializados que tratan de cumplir sus objetivos. Para ellos puede ser más eficiente realizar actividades beneficiosas para el medio ambiente en los países en desarrollo que en el territorio nacional, donde la tierra, la tecnología y la mano de obra suelen ser más costosas. Los beneficios para el clima son los mismos.
· El sistema presenta también atractivos para las compañías e inversores privados. Este mecanismo funciona de forma ascendente: desde las propuestas individuales hasta la aprobación por los donantes y gobiernos receptores y la asignación de crédito de “reducción certificada de las emisiones”. Los países que obtienen los créditos pueden aplicarlos para cumplir sus propios límites de emisión; pueden “reservarlos” para utilizarlos más adelante, o pueden venderlos a otros países industrializados en el marco del sistema de comercio de derechos de emisión del Protocolo. Las empresas privadas están interesadas en el mecanismo porque pueden conseguir beneficios proponiendo y realizando estas actividades y porque pueden adquirir buena reputación por su tecnología, lo que les permitirá aumentar las ventas. Un posible beneficio para todos es que el potencial de aumentar las ganancias puede llevar a estas empresas a desarrollar tecnologías todavía más útiles.
· El Mecanismo para un Desarrollo Limpio será supervisado por una Junta Ejecutiva que se ha establecido ya y que ha aprobado una serie de “metodologías” para proyectos en mayor o menor escala. Para poder ser certificado, un proyecto debe ser aprobado por todas las Partes implicadas, demostrar una capacidad cuantificable y a largo plazo de reducir las emisiones y prometer reducciones que sean adicionales a las que se producirían en su ausencia. Más de 30 proyectos se encuentran ya en fase avanzada de preparación.
· Una disposición especial permite que los créditos conseguidos mediante planes de desarrollo limpio sean válidos y se puedan reservar ahora, aunque el Protocolo no haya entrado todavía jurídicamente en vigor.
· Se están considerando las posibles opciones para el programa. Por ejemplo, quizá se requieran menos trámites burocráticos para los proyectos en pequeña escala, como los mecanismos de energía renovable de menos de 15 megavatios de capacidad instalada. Otra propuesta es autorizar la inclusión en este plan de los proyectos de forestación y reforestación.