En el séptimo número del Observatorio del petróleo, WWF destaca la reducción en las emisiones mundiales por el consumo de petróleo durante 2009 en un 1,5%(1). Por otra parte, las emisiones españolas derivadas del petróleo y el gas también se redujeron por segundo año consecutivo, alcanzándose una disminución de unas 14 millones de toneladas de CO2 respecto a 2008.
Sin embargo, la recuperación económica, especialmente en economías emergentes, llevará a un aumento de las emisiones mundiales de un 2-3%(2). Se hace cada vez más urgente conseguir un acuerdo internacional que regule las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los países.
Según el análisis de WWF sobre el consumo mundial de petróleo, 2009 ha sido el segundo año consecutivo en que las emisiones de CO2 por consumo de petróleo han disminuido. Esta reducción de las emisiones se debe principalmente a la importante caída de la demanda de este recurso en los países desarrollados. De hecho, para toda la OCDE la reducción de la demanda ha sido del 4,4% respecto a 2008, mientras que el consumo del resto del mundo crecía un 2%. En 2010 se espera que la demanda de los países de la OCDE se mantenga estable, mientras que el resto del mundo aumentará su consumo en un 4%. No en vano, en el último trimestre de 2009 las emisiones ya habían empezado a subir (+0,6%).
En España, 2009 también ha sido un año positivo en términos de reducción de emisiones de CO2: las emisiones ocasionadas por productos petrolíferos se han reducido en un 5,3%, mientras que derivadas de la quema de gas (excluido el utilizado en centrales de generación eléctrica) lo han hecho en un 6,5%.
Sumando las reducciones estimadas para el sector eléctrico a las del petróleo y el gas, en 2009 las emisiones de CO2 españolas causadas por el consumo de energía se podrían haber reducido en aproximadamente 30 millones de toneladas. Esto supondría una reducción del 7,4% respecto a 2008 y, a falta de contabilizar las emisiones de los sectores no energéticos, dejaría a las emisiones españolas en un +29% respecto a las del año base 1990.
Cabe recordar que el objetivo para España bajo el Protocolo de Kioto es no aumentar sus emisiones en más de un 15% respecto al año base. Considerando que en 2007 las emisiones españolas se encontraban en un alarmante +52%, la situación actual, sin ser óptima, permite mirar al cumplimiento de la meta española con más optimismo.
No obstante, WWF advierte que la tendencia actual en España, con dos años seguidos de reducciones, se puede revertir en 2010 debido a políticas contrarias a la sostenibilidad ambiental del sector energético, especialmente:
– Las ayudas a la quema del carbón nacional podrían aumentar las emisiones de CO2 entre 5 y 10 M de toneladas anuales en el periodo 2010-12. Estas ayudas están injustificadas desde un punto de vista ambiental, de seguridad energética, ya que las renovables españolas están desplazando al carbón, y de racionalidad económica, ya que asigna fondos públicos para una actividad innecesaria y contaminante. Esta contaminación generará más costes a la sociedad española. De hecho, habrá que comprar más derechos de CO2 en el mercado internacional y hará que aumenten los costes sanitarios para las poblaciones afectadas por los contaminantes emitidos por las centrales que queman el carbón, así como los costes debidos a sus impactos sobre cultivos y bosques.
– Falta de adopción de medidas de sostenibilidad en el transporte. Con la eventual recuperación de la economía española, el sector del transporte por carretera volverá a tirar de la demanda de derivados del petróleo, al no haberse adoptado herramientas para cambiar la estructura del transporte español, basado en el uso del automóvil privado y camiones. Este aumento en 2010 de la demanda de gasolinas y gasóleos no sólo conlleva un riesgo ambiental, sino también económico, ya que se espera que el precio del petróleo empezará a encarecerse sustancialmente en la segunda mitad del año debido a la recuperación de la demanda mundial de este recurso a niveles de 2008.
Según Heikki Willstedt, Experto en energía y cambio climático de WWF: “Después de dos años de crisis, el sector energético español se encuentra en una encrucijada. De un lado, puede mirar con valentía al futuro apostando por las renovables y la eficiencia energética, las únicas herramientas que pueden aumentar la sostenibilidad ambiental de la economía, y al mismo tiempo hacerla más resistente a las futuras escaladas de los precios energéticos internacionales. O, de otro, puede estancarse intentando una vuelta imposible a la situación de despilfarro energético y de emisiones desbocadas de 2007”, añadió.
Los datos más destacados del séptimo Observatorio trimestral del petróleo son:
Es reseñable:
– De seguir con el actual consumo de petróleo y otros combustibles fósiles, en 2026 se habrá emitido suficiente CO2 para que el planeta pase el umbral de los 2º C de aumento de temperatura. Este es el objetivo más allá del cual se entraría en cambios climáticos potencialmente peligrosos para el equilibrio de los ecosistemas.
– Si no se toman medidas para reducir la demanda de petróleo, con la tendencia actual de consumo, el planeta está abocado a un posible aumento de la temperatura de entre 4 y 4,9º C para finales de este siglo.
– Las emisiones mundiales por la demanda de petróleo del último trimestre del 2009 han aumentado en un 0,6% respecto al mismo período del año pasado.
– España ha reducido en un -5,6% sus emisiones relacionadas con el consumo de combustibles derivados del petróleo y gas natural respecto al mismo trimestre del año pasado.
– Las emisiones debidas a la movilidad por carretera (turismos, furgonetas y camiones) han decrecido en un 1,9% respecto al trimestre del año pasado, y en un 4,5% para todo el 2009.
Fuente: www.ecoticias.com