El glaciar Horcones inferior, en el Parque Aconcagua, tiene un desplazamiento fuera de lo común desde hace tiempo debido, según se cree, al aumento de la temperatura en altura. En un año la masa de hielo avanzó casi 4 kilómetros, y durante el verano el movimiento llegó a ser superior a los 30 metros diarios. Por eso, científicos del Instituto Argentino de Nivología y Glaciología, junto con guardaparques de la Dirección de Recursos Naturales, realizan un seguimiento constante de la evolución del glaciar y diseñaron un plan de alerta.
El Horcones inferior es un glaciar que se forma en base a los desprendimientos de hielo que ocurren en la pared sur del Aconcagua. En 2003 el río que nace en el lugar aumentó su caudal en forma extraordinaria y luego obligó a cambiar de lugar el campamento Confluencia.
Desde ese momento comenzaron los monitoreos y los estudios en la zona. «Los arrebatos de lagos marginales, por la obstrucción temporal de un canal de descarga subglacial o por la ruptura de bolsillos de agua localizados dentro del glaciar Horcones Inferior», fueron las causas de aquella crecida, según un informe de los investigadores del Ianigla. El equipo está formado por Juan Carlos Leiva, Gabriel Cabrera, Luis Lenzano y María Virginia Mackern.
A la par del aumento en el caudal del río (lo que implica una merma del glaciar), comenzó a notarse un incremento «insólito de avalanchas diarias de hielo, que se cae de la pared Sur del Aconcagua», dicen las conclusiones del equipo de científicos.
El aumento de la temperatura en la zona es la clave. Según los investigadores, el punto de congelamiento (o sea los 0°) está ahora en alturas mayores (entre 700 y 1.000 metros más arriba). Y los vientos más cálidos ayudan a que sea mayor de lo habitual la descarga de hielos del cerro.
La temperatura, por ejemplo, aumentó 4 grados en un año. Y en la comparación de temporadas (entre noviembre y marzo de cada año), el aumento fue de 6 grados. Incluso en los campamentos del Aconcagua la temperatura superó muchas veces los 20 grados, sorprendiendo a andinistas, guardaparques y científicos. Todo ello incide en el aumento de la producción de agua en estado líquido y la formación de bolsones que ejercen presión.
Hoy comienza una nueva temporada de montañismo en el Aconcagua, el cerro más alto de América, y también se aprovecha la época para profundizar los estudios. Entre otros trabajos -que seguirán esta temporada- se monitorean las medidas del glaciar y el desplazamiento de hielo, los lagos periglaciales, el caudal del río, la frecuencia de desprendimientos y se calcula el potencial de descarga.
Por primera vez también se realizó un cálculo de la masa de hielo de la pared Sur del Aconcagua. Según el estudio, es de 100 millones de toneladas.
Cambio climático
Una de las hipótesis más fuertes es que lo que ocurre en la cordillera se debe a los efectos del cambio climático, provocado por el efecto invernadero.
Ese fenómeno se provoca a nivel global por la acumulación de gases de efecto invernadero que provocan un incremento de la temperatura. Entre las consecuencias mencionadas para la zona, se cree que a futuro las precipitaciones disminuirán en alta montaña y los glaciares seguirán perdiendo reservas.
Los mismos científicos analizan desde hace varios años otro glaciar mendocino para ver su evolución. Según los estudios, desde 1979 ese glaciar perdió 25% de su masa. En estos días volverán las campañas a la zona de la Quebrada de Matienzo.
Tomado del boletín de Oikos Red Ambiental, diciembre 2005. Más información en www.oikosredambiental.org.ar