Una tremenda ola de frío, el más intenso y frío de los últimos 60 años, que comenzó en diciembre parece haberse asentado sobre Japón. El macizo central de Japón se ha convertido en un manto blanco, que alcanza hasta los cuatro metros de altura y cubre las montañas de la zona más septentrional de la isla. Tras semanas de caos, finalmente el ejercito nipón ha logrado abrirse paso entre la nieve para llegar a las áreas que permanecían aisladas en los estados del centro del país.
Parece como si el temporal se hubiera cebado con la isla. Sólo en 1946, los mayores del lugar recuerdan algo parecido. La vida en algunas de las ciudades más importantes como Nagano se ha paralizado. Fábricas y escuelas, carreteras y estaciones de trenes permanecen cerrados.
En menos de un mes, ha caído una media de dos metros y medio de nieve en todo el país. Un índice tres veces superior al de los últimos diez años.
El balance de muertos continúa aumentando. Son 71 los fallecidos y más de un millar de heridos, la mayoría de ellos por derrumbes de casas y locales, o en accidentes de tráfico. La ayuda militar ha sido inevitable. En algunos lugares, sólo los vehículos militares son capaces de llegar a poblaciones aisladas o circular por carreteras intransitables.
La población permanece recluida en sus casas. Muchos han huido de la nieve, los más jóvenes. El resto mira al cielo con temor. Las previsiones meteorológicas no ayudan, el temporal, por ahora, no remite.
Fuente: Antena3