Las intensas precipitaciones durante el invierno y el inicio de la primavera, junto con el deshielo han provocado fuertes inundaciones en Europa Central y Oriental, donde las autoridades declararon el estado de emergencia en algunas regiones de Serbia, Rumanía y Bulgaria.
Según los especialistas, el Danubio, segundo río más largo de Europa y el único que pasa por cuatro capitales, ya superó el record registrado en 1895.
Serbia sufre una de las peores inundaciones de su historia. El aluvión provocado por el deshielo junto con el aumento de las lluvias, ha hecho que el caudal de los ríos Danubio, Sava, Tisa y Tamis haya alcanzado su máximo histórico.
El Gobierno serbio no ha podido más que declarar el estado de emergencia en diez regiones para hacer frente a las inundaciones. Y la situación se vuelve cada vez más preocupante río abajo, en Bulgaria y Rumanía, donde el Danubio ha alcanzado este fin de semana su nivel más alto desde 1895.
El curso de este río, el más largo y caudaloso de Europa, tendía ayer a estabilizarse a su paso por Serbia, pero las aguas bajaban aún amenazantes para las localidades del tramo que va desde Belgrado hasta la frontera con Rumanía y Bulgaria. En concreto se temía por Golubac y Veliko Gradiste, donde el río ha inundado muchas casas, calles, edificios públicos y plantas industriales. También se hallaban en peligro, entre otras, las ciudades de Pozarevac, Smederevo y Negotin (en la frontera con Bulgaria).
En Belgrado, el Sava y el Danubio han inundado las zonas bajas de la ciudad. Al norte, los ríos Tisa y Tamis, afluentes del primero, se han desbordado en varios puntos y han anegado miles de hectáreas de cultivo. El hidrólogo Nikola Marjanovic comentó ayer que hasta ahora «nunca se habían registrado niveles tan altos. No tenemos experiencia en estas situaciones y todo está sucediendo de manera diferente, peor de lo que esperábamos», dijo a una emisora de Belgrado. «Estamos todos movilizados y sólo nos queda confiar en Dios mientras esperamos a que todo termine bien» declaró la ministra serbia de Agricultura, Ivana Dulic.
En Rumanía, donde aún no ha llegado el máximo de la riada, que se espera para mediados de esta semana, las autoridades han decidido inundar de manera controlada 92.000 hectáreas de terreno, la mayor parte de cultivo, para reducir el cauce del Danubio, o al menos, limitar los daños.
El vertido de unos 2.000 millones de metros cúbicos de agua por cinco brechas artificiales debería disminuir los daños río abajo en las próximas dos semanas, tiempo que tardará la riada en llegar al delta.
Las centrales hidroeléctricas Puertas de Hierro I y Puertas de Hierro II han cerrado sus esclusas para embalsar el exceso del agua. «No debemos dejar que se repita la pesadilla del año pasado», declaró el ministro del Interior rumano, Vasili Blaga. Pero no es seguro que las medidas den los resultados esperados pues el caudal se acerca al máximo histórico de 1895, que fue de 15.900 metros cúbicos por segundo.
Diques rotos
La zona más afectada es la región de Calarasi, donde el Danubio ha roto los diques de contención en un tramo de 300 metros, anegando alrededor de 12.000 hectáreas de cultivos e inundando el pueblo de Rast. Durante la noche del sábado hubo que evacuar a 110 personas y otras 600 más el resto del día. En toda el área ribereña se ha declarado el estado de emergencia para permitir la evacuación forzada de la población si las condiciones lo requiriesen.
El tramo búlgaro del Danubio continúa creciendo y se espera el máximo para el miércoles. Ejercito y protección civil siguen trabajando para reforzar los diques de contención y aumentar su altura. Ayer el nivel alcanzó los 9,66 metros en Vidin, donde equipos de protección civil intentaban salvar el polígono industrial por segundo día consecutivo. Ciudades y pueblos como Simeonovo, Botevo, el puerto fluvial de Ruse, Silistra, Nikopol y otros se encuentran completamente inundados.
Fuente: ABC