La energía solar fotovoltaica es una de las formas de aprovechamiento de la radiación solar, que se transforma en electricidad a través de placas fotovoltaicas, bien colocadas en edificios, bien en instalaciones conectadas a la red. Es una energía ideal para el ámbito doméstico o pequeñas instalaciones y su contaminación es prácticamente nula.
La energía solar fotovoltáica convierte directamente la luz solar en electricidad, gracias al efecto fotoeléctrico del silicio, uno de los componentes de los módulos fotovoltaicos. Existe además el subtipo de fotovoltaica con seguimiento, en el cual los generadores fotovoltaicos disponen de un mecanismos que les posibilita seguir el movimiento del Sol de este a oeste, con lo que pasan un mayor número de horas al día recibiendo de modo directo la radiación solar.
En España, pese a la gran cantidad de horas de sol, el número de placas fotovoltaicas instaladas es relativamente bajo, sobre todo comparado con otros países europeos, como Alemania, segundo productor mundial de este tipo de energía, sólo superado por Japón.
Sin embargo, se prevé un importante crecimiento de esta tecnología en los próximos años y el Ministerio de Medio Ambiente fijó el pasado año un nuevo objetivo de incremento de la potencia fotovoltaica de 363MW en el periodo 2005-2010. De este modo, una eficiente producción de esta energía supondría que se autoabastecieran de electricidad todas las comunidades autónomas en el año 2050, a excepción de Asturias y el País Vasco.
Fuente: El Mundo