Trece glaciares pirenaicos han desaparecido en apenas una década (de 1993 a 2002) y otros cuatro quedan reducidos a simples heleros a un paso de su eliminación, según una respuesta ofrecida por el Ministerio de Medio Ambiente a una pregunta de Chunta Aragonesista.
La extensión de las lenguas de hielo se ha reducido a menos de la mitad desde 1982. Solamente quince sistemas pueden seguir siendo considerados como glaciares. El Gobierno central, según indica CHA, considera que “el retroceso de los glaciares puede estar relacionado con ciclos climáticos… Venimos de una época muy fría y tendemos hacia un calentamiento”.
El coordinador de la formación en el Alto Aragón, César Ceresuela, advierte en la nota de prensa de que “si seguimos sin cumplir con los compromisos de kioto, uno de los espacios naturales más sensibles, los glaciares en Aragón, se enfrentarán a corto plazo a una desaparición sin remedio”. Desde su punto de vista, “la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera es decisiva para intentar acabar con esta tendencia y para ello hay que fomentar las energías alternativas, limpias, ecológicas y renovables”.
Los glaciares en la Comunidad autónoma, según indica CHA, apenas suman 290 hectáreas mientras que hace trece años cubrían hasta 481. Sólo dos de las diez lenguas que se escindieron en 1993 siguen vivas, la de Clot de la Hount, en el Vignemal (cabecera del Cinca) conserva dos hectáreas como helero y el Besiberri, en el Ribagorzana, mantiene seis como glaciar rocoso. Los brazos sudeste y sudoeste del Soum de Ramond se han extinguido. En el Posets ocurre lo contrario. Sus cuatro glaciares ocupan menos espacio -35,1 hectáreas- pero el retroceso es menos acusado.
Fuente: Alto Aragón