Vilagarcía ha sufrido fuertes inundaciones. Explicación de la Xunta: 153 litros por metro cuadrado y una subida de la temperatura del agua del mar (unos tres grados) que desemboca en un efecto similar, aunque técnicamente no equiparable, a la denominada «gota fría». Un informe presentado en el último Consello de la Xunta esgrime la excepcionalidad del volumen de precipitaciones como causa de las riadas.
Los datos aportados por este estudio revelan que las comarcas más afectadas por los diluvios han sido Barbanza, Morrazo, O Salnés y los municipios de Vilagarcía, Caldas (126,5 litros por metro cuadrado), Poio, Pontevedra y Vilaboa. Analizadas estas cifras desde el promedio climático, y llevando a cabo una labor de comparación, los indicadores constatan, igualmente, la singularidad de este panorama. De hecho, el agua recogida en las estaciones de Caldas, Vilanova o Pontevedra del 15 al 27 de noviembre duplica el nivel registrado en este mismo mes durante los últimos 28 años.
El presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, insiste en que esta situación «no venía recogida en los modelos ordinarios de previsión meteorológica», si bien el nivel de alerta naranja estuvo fijado desde el día 23 y se mantuvo, exactamente, hasta las 00.00 horas del 27. No obstante, al parecer, pese a que los servicios de emergencia estaban avisados y en alerta, lo que no se esperaba era ese efecto de gota fría, producido al impactar con una zona caliente de aguas en la ría de Arousa.
Emilio Pérez Touriño menciona, además, otros efectos colaterales que «amplificaron todo». En este sentido, habla de un problema «claramente urbanístico», con construcciones en terrenos inundables, rellenos técnicamente mal hechos, barreras en los cauces de los ríos, y marismas cegadas con construcciones indebidas.
Por ello, no duda en reiterar su deseo de acometer una política de desarrollo territorial, con acuerdo y consenso tanto social como político.
Fuente: Terra Actualidad