La Union of Concerned Scientists de Estados Unidos acaba de hacer público un informe en el que demuestra con abundante información que la compañía estadounidense ExxonMobil ha intentado por todos los medios falsificar ante la opinión pública la evidencias científicas del cambio climático, con el fin de evitar las acciones políticas que pudieran condicionar su negocio. ExxonMobil, denuncia el informe, ha gastado mucho dinero en contribuciones a empresas, páginas web, famosos grupos de presión, etc. para que nieguen la inminencia del calentamiento global, siguiendo así una estrategia que ya siguieron las tabacaleras entre los años 1950 y 1990. La empresa niega estas acusaciones.
Con más de 200.000 científicos y ciudadanos afiliados, la UCS acaba de hacer público un informe en el que se ha reunido documentación que demuestra que la estadounidense ExxonMobil, compañía petrolífera y petroquímica líder en el mundo, ha invertido cerca de 16 millones de dólares (12,3 millones de euros) entre 1998 y 2005 a una red de 43 organizaciones de abogacía con el fin de confundir a la opinión pública acerca de lo que la ciencia esclarece sobre el cambio climático.
De esta forma, ExxonMobil ha conseguido, según publica Alden Meyer, director de UCS en un comunicado de esta organización, sembrar la duda incluso ante las evidencias científicas más irrebatibles, intentar que su oposición a las acciones a favor del medioambiente parezca una actitud basada en la ciencia, en lugar de en el negocio; así como utilizar sus accesos a la administración Bush para bloquear las políticas federales y controlar las comunicaciones gubernamentales sobre el calentamiento global.
Marionetas de Exxon
UCS, además, acusa a algunas entidades, como el Annapolis Center for Science-Based Public Policy, el Committee for a Constructive Tomorrow y el George C. Marshall Institute de ayudar a la campaña de Exxon, lanzada a raíz del establecimiento del Protocolo de Kyoto, en 1997.
Según UCS, la estrategia de ExxonMobil consiste en desacreditar las investigaciones científicas sobre el cambio climático ante la opinión pública. Para ello, la compañía ha levantado una red de grupos aparentemente independientes con el objetivo expreso de aumentar la desinformación sobre el calentamiento global.
Así, consigue que se retrasen las acciones para reducir las emisiones contaminantes indefinidamente. Por otro lado, ha recomendado con éxito nombramientos clave de personal de la administración Bush, personas que niegan la existencia del cambio climático.
Secretos de Exxon
La manipulación de ExxonMobil ya se ha venido denunciando desde hace algún tiempo. El periodista británico George Monbiot, por ejemplo, publicó recientemente en la revista FP (Foreign Policy) que esta compañía –que ganó casi 8.000 millones de euros de beneficios trimestrales en 2005- ha entregado contribuciones a 124 organizaciones, que se han convertido en sus voceros (según datos de la web creada por Greenpeace, Exxonsecrets.org, basada en documentos oficiales de la empresa).
Páginas web, famosos grupos de presión, centros, institutos, etc. han acabado tomando la misma postura que la compañía frente al cambio climático: de negación de la evidencia, debilitamiento ante la opinión pública de la credibilidad de los científicos y advertencias de posible hecatombe económica si el gobierno norteamericano toma medidas supuestamente innecesarias para frenar el efecto invernadero.
La UCS señala que la lucha de ExxonMobil está inspirada en la estrategia puesta a punto por las tabaqueras entre los años 1950 y 1990 para promover en la opinión pública oposición al consenso científico, con la finalidad de frenar decisiones políticas que podrían poner cortapisas a su negocio.
Respuesta
ExxonMobil no ha tardado en dar una contestación en la que señala que el informe de la UCS es ofensivo y erróneo. La compañía asegura que apoya la investigación científica sobre el cambio climático de manera pública, a través de su propia web, y que participa activamente en el Panel Internacional de las Naciones Unidas para el Cambio Climático o IPCC.
Reconoce asimismo que uno de los factores que producen el cambio climático es la utilización de combustibles fósiles, pero afirma que ExxonMobil no controla los mensajes que dan ciertas instituciones, que su contribuciones económicas a determinadas entidades son transparentes porque aparecen en su web, en una lista que se actualiza anualmente, y que apoya las políticas públicas y científicas que permiten una mejor información sobre el cambio climático.