La avalancha de informaciones relacionadas con el cambio climático está provocando datos y opiniones contradictorias. Unos científicos interpretan los datos de una forma, mientras que otros se centran en modelos que predicen exactamente lo contrario. Incluso tenemos diferentes interpretaciones según economistas, periodistas, políticos, etc. Parece que cada país lo está interpretando según sus propios intereses, especialmente Estados Unidos, China, etc.
Para añadir más confusión, estos días leo en la Red varias informaciones contradictorias que proceden del mismo organismo: La NASA. Si la semana pasada se publicó que el principal responsable de la Nasa no estaba convencido de la participación directa del hombre en el calentamiento global del planeta, hoy he encontrado el siguiente estudio:
La NASA y el Earth Institute de la Universidad de Columbia han descubierto que los gases de invernadero hechos por los humanos han llevado al clima de la Tierra a un punto máximo crítico con consecuencias potencialmente peligrosas para el planeta.
De una combinación de modelos climáticos, datos de satélite y registros paleoclimáticos, los científicos concluyen que la capa de hielo del Oeste de la Antártida y la cubierta de hielo del Ártico y las regiones que proporcionan agua fresca a las especies y los hábitats están bajo amenaza debido al continuo calentamiento global. Las investigaciones aparecen en el número actual de la revista Atmospheric Chemistry and Physics.
Los puntos máximos pueden ocurrir durante un cambio climático cuando el clima alcanza un estado en el cual se producen reacciones de gran amplificación que son activadas por moderados calentamientos adicionales. El estudio concluye que el calentamiento global de 0,6ºC en los pasados 30 años han sido provocados por el aumento en los gases de invernadero y que unos pequeños cambios adicionales están forzando la desintegración de la capa de hielo del Oeste de la Antártida y de mar helado del Ártico.
Las reacciones de amplificación incluyen el incremento de absorción de la luz solar debido a que las zonas derretidas exponen terrenos más oscuros y aceleran el derretimiento de los icebergs mientras que el océano calentado derrite el hielo que de otra forma inhibiría el flujo de hielo.
Los investigadores han usado datos de otros periodos anteriores de calentamiento en la historia de la Tierra para investigar el impacto del clima como función de la temperatura global, los modelos del clima para simular el calentamiento global y los datos de los satélites para verificar los cambios actuales. El autor del estudio, James Hansen del Goddard Institute for Space Studies de la NASA en Nueva York concluye: «Si las emisiones globales de dióxido de carbono continúan subiendo al ritmo de la década pasada, este estudio muestra que tendrán un efecto desastroso y que se elevará la presión sobre la vida salvaje y las plantas debido a un rápido cambio en el clima».
Los investigadores también apunta a que sería necesario hacer para evitar el gran cambio climático, ayudando a definir las implicaciones prácticas de la Convención del Cambio Climático de las Naciones Unidas. Este tratado firmado en 1.992 por los Estados Unidos y la mayoría de las naciones del mundo tiene el objetivo de estabilizar los gases atmosféricos de efecto invernadero «a niveles que evite la peligrosa interferencia humana en el sistema climático».
Basado en estudios de modelos del clima y de la historia de la Tierra los autores concluyen que un calentamiento adicional de 1º C o más, sobre la temperatura global en el año 2000, sería peligroso. De hecho, el límite de la temperatura tiene implicaciones para el dióxido de carbono (CO2) atmosférico, el cual se ha incrementado de un nivel preindustrial de 280 partes por millón (ppm), hasta las 383 ppm actuales y se eleva unas 2 ppm cada año. De acuerdo al estudio del co-autor Makiko Sato de la Universidad de Columbia, «el límite de la temperatura implica que un nivel de CO2 que exceda las 450 ppm es totalmente peligroso y que el límite podría ser inferior a esa cantidad».
El estudio además muestra que la reducción de otros compuestos como el metano y el hollín pueden hacer que se reduzca un poco el crecimiento del CO2, pero solo de manera muy limitada. Hansen apunta que «probablemente necesitamos una reducción completa de las emisiones de CO2 y de los otros componentes para evitar llegar a un punto máximo para salvar el mar de hielo del Ártico y de la capa de hielo del Oeste de la Antártida.
Un modelo computerizado desarrollado por el Instituto Goddard de la NASA fue usado para simular el clima desde 1.880 hasta la actualidad. El modelo es el conjunto más extenso jamás desarrollado de causas naturales y artificiales e incluye cambios en la radiación solar, partículas volcánicas, gases de invernadero generados por los humanos, partículas como el hollín, el efecto de estas partículas en las nubes y el uso del terreno. Extensas evaluaciones de la habilidad del modelo para simular el cambio climático están contenidas en un artículo acompañante que será publicado en la revista Climate Dynamics.
Los autores usan el modelo para las simulaciones del clima en el siglo XXI usando el crecimiento actual de las emisiones de gases invernadero y un escenario alternativo en el cual las emisiones decrecen lentamente en las próximas décadas para conseguir la estabilización del CO2 atmosférico al final del siglo. Los cambios en el clima son tan grandes con el esquema actual que crecimientos en el calentamiento global de 2 a 3ºC hacen concluir a Hansen que «el ritmo actual será una garantía para desastres globales y regionales».
Sin embargo el estudio encuentra un cambio en el clima mucho menos severo (de un cuarto a un tercio menos que en el escenario actual), cuando las emisiones de gases invernadero siguen el escenario alternativo. «Los efectos en el clima aun serán sustanciales en el escenario alternativo, pero allí tendríamos una mejor oportunidad para adaptarnos a los cambios y encontrar otras formas de reducir el cambio del clima», dice Sato.
Mientras los investigadores dicen que aun es posible conseguir el ‘escenario alternativo’, indican que se deben tomar medidas significativas para que ocurra. Las emisiones deberían comenzar a bajar pronto. «Con otra década como la actual, sería imposible conseguir el escenario alternativo, debido a la infraestructura de energía que tendría que estar disponible», dice Hansen.
· Noticia original NASA Goddard
· Web Earth Institute de la Universidad de Columbia
· Datos de CO2 en SondasEspaciales.com
· El estudio: Hansen, J., Mki. Sato, R. Ruedy, P. Kharecha, A. Lacis, R.L. Miller, L. Nazarenko, K. Lo, G.A. Schmidt, G. Russell, I. Aleinov, S. Bauer, E. Baum, B. Cairns, V. Canuto, M. Chandler, Y. Cheng, A. Cohen, A. Del Genio, G. Faluvegi, E. Fleming, A. Friend, T. Hall, C. Jackman, J. Jonas, M. Kelley, N.Y. Kiang, D. Koch, G. Labow, J. Lerner, S. Menon, T. Novakov, V. Oinas, Ja. Perlwitz, Ju. Perlwitz, D. Rind, A. Romanou, R. Schmunk, D. Shindell, P. Stone, S. Sun, D. Streets, N. Tausnev, D. Thresher, N. Unger, M. Yao, and S. Zhang (2007), Dangerous human-made interference with climate: A GISS modelE study, Atmos. Chem. Phys., 7, 2287-2312.
Fuente: sondasespaciales.com