Un equipo internacional de científicos cree que el calentamiento global está favoreciendo la gravedad y frecuencia de los incendios en la taiga siberiana; lo que, a su vez, favorece las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, uno de los gases de «efecto invernadero». Su trabajo ha servido para la redacción de un artículo en ‘Journal of Climate’.
El profesor Heiko Balzter, del departamento de Geografía de la Universidad de Leicester y director de la investigación, llama la atención sobre los cambios recientes en Siberia: «En el último siglo un típico bosque siberiano sufría un gran incendio cada 100 años, de modo que se recuperaba antes de que viniera el siguiente incendio. Ahora los grandes incendios suceden con más frecuencia, cada 65 años».
Según sus investigaciones, las temperaturas de Siberia están aumentando a una velocidad doble a la del conjunto del planeta. Año tras año las primaveras son más cálidas, y el florecimiento de la vegetación más temprano. Los científicos observaron imágenes por satélite a lo largo de 18 años, desde 1982 hasta 1999. Durante ese tiempo los ecosistemas presentaban una primavera un poco más temprana que la del año anterior. Por ejemplo, en los ‘complejos de bosques y prados’ cada año la primavera se ha venido adelantando una media de 0,62 días.
Según Baltzer, en Siberia Central «los cambios en la temporada primaveral, así como en la ocurrencia de incendios, están relacionados con los cambios en la temperatura y en el patrón de lo que lo que llamamos ‘Oscilación Ártica'». En cambio, Siberia Oriental estaría más condicionada por los cambios en el clima en el Pacífico y, específicamente, por el fenómeno conocido como ‘El niño’. En esta región la previsible menor pluviosidad podría tener mayores consecuencias sobre el desarrollo de los bosques.
Según el estudio, la duración del período de crecimiento de la vegetación estaría influida por las relaciones entre la atmósfera y el bosque, que irían en ambos sentidos. Para el profesor Balzter «el planeta Tierra siempre es más complicado de lo que supones».
Fuente: El Mundo (España)