Los coches ecológicos no existen. Al menos, ésta es la opinión del Gobierno noruego, que prohibirá, a partir del 15 de octubre, la utilización de palabras como «limpio», «ecológico» y «verde» en los anuncios publicitarios de los turismos.
Y es que la industria del automóvil ha tomado como bandera propia la protección de la naturaleza, a pesar de que, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, el transporte por carretera es el responsable del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE de los Quince.
Los fabricantes de coches están reverdeciendo sus eslóganes para hacerlos más atractivos para un público teóricamente preocupado por la naturaleza. En España, Renault ha lanzado su gama limpia Renault Eco 2, bajo los lemas «ecología al alcance de todos» y «paga menos por ser ecológico desde hoy».
Opel también ha añadido el prefijo Eco a uno de sus modelos clásicos, el Opel Corsa, ahora con el apellido ecoFlex. En la misma línea, Toyota presume de «tecnologías ecológicas» y Honda vende su modelo Civic Hybrid con el reclamo «por un planeta cada vez más limpio».
«El concepto ecológico utilizado en vehículos me repele», afirma el catedrático de motores Jesús Casanova, de la Universidad Politécnica de Madrid. «Es razonable que se prohíba este tipo de publicidad, porque ningún fabricante puede presumir de la etiqueta ecológica, todos contaminan», sostiene.
Los otros contaminantes
Las campañas publicitarias de los fabricantes de automóviles hacen hincapié en la reducción de las emisiones de CO2, que afecta al calentamiento global, pero se habla poco del resto de sustancias que también salen de los tubos de escape de los coches ecológicos y que son las verdaderas responsables de la contaminación de las ciudades, como el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, los hidrocarburos no quemados y las partículas.
«Se introducen reclamos engañosos», afirma el portavoz de la organización de consumidores Facua, Rubén Sánchez. «Sería interesante valorar una norma que restrinja la publicidad de los coches verdes. Podrían decir que son menos contaminantes, pero no les interesa utilizar esa palabra. Un coche sólo es ecológico si el usuario lo deja en casa y va a pie», sentencia Sánchez.
Fuente: publico.es