Partes de América del Norte y Europa podrían enfriarse de manera natural en los próximos diez años, porque un cambio en las corrientes oceánicas va a moderar temporalmente el efecto del calentamiento global provocado por el ser humano, advirtió un estudio del Instituto Leibniz de Ciencias Marinas (Alemania).
Las temperaturas promedio en áreas como California y Francia podrían bajar en los próximos 10 años, influidas por corrientes más frías en el Atlántico Norte, indica un informe dado a conocer por la institución con sede en Kiel, Alemania.
El estudio se basó en temperaturas sobre la superficie marina de las corrientes que mueven el calor alrededor del mundo, y varían de decenio en decenio. Este efecto de enfriamiento regional podría neutralizar temporalmente el fenómeno de largo plazo de calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero que no dejan escapar el calor del planeta, dijo Richard Wood, investigador en el Met Office Hadley Centre, un proveedor británico de servicios ambientales y relacionados con el clima.
«Esas variaciones naturales del clima podrían ser más fuertes que las tendencias de calentamiento global en el periodo de los próximos 10 años», dijo Wood en una entrevista. «Sin saber eso, uno podría pensar de manera equivocada que no se está produciendo calentamiento global».
El estudio de Leibniz, que fue escrito en colaboración con Noel Keenlyside, otro científico que investiga en el instituto, fue publicado en la edición del 1 de mayo de la revista científica Nature.
«Si no experimentamos calentamiento en los próximos 10 años, no significa que el calentamiento que producen los gases de efecto invernadero no se está produciendo», dijo Keenlyside en una entrevista. «Puede haber fluctuaciones naturales que disimulen el cambio climático en el corto plazo».
El dióxido de carbono, producido principalmente por la quema de combustibles fósiles como el petróleo y el gas natural, es el factor contaminante al que se responsabiliza del calentamiento global. Desde 1988, los niveles de dióxido de carbono en los cielos del mundo aumentaron un 9,8 por ciento, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, según sus siglas en inglés).
Los científicos debaten cuánto carbono puede llegar a la atmósfera antes de que los efectos del cambio climático (sequías, inundaciones y reducción se recursos de agua fresca) se vuelvan irreversibles. Por cada millón de moléculas presentes en la atmósfera alrededor de 384 son de dióxido de carbono, según la agencia climática estadounidense (NOAA).
Las temperaturas mundiales no pueden subir más de dos grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit) sin caer en riesgo de padecer los peores efectos del cambio climático, según la Unión Europea. Un escenario que permanezca por debajo de ese límite sugiere que los niveles de dióxido de carbono deben ser estabilizados entre 350 y 400 partes por millón.
Los cambios de largo plazo en la región del Atlántico Norte afectan «la actividad de los huracanes en el Atlántico, así como las variaciones de temperatura en la superficie y de precipitaciones en América del Norte, Europa y el norte de África», según el estudio.
Fuente : Bloomberg