El presidente de EEUU, George W. Bush, ha reconocido por primera vez la existencia del cambio climático y que enfrentarse al problema es ‘un desafío serio’. Además, en su discurso sobre el Estado de la Unión, apostó por las nuevas tecnologías para abordarlo, pero no habló de establecer límites máximos de emisiones.
La Casa Blanca había adelantado que la independencia energética y el calentamiento global serían uno de los temas principales del discurso sobre el Estado de la Unión, pero, en realidad, sobre el segundo asunto Bush sólo pronunció una frase.
Los avances tecnológicos ‘nos ayudarán a cuidar mejor el medio ambiente y a enfrentarnos al desafío serio del cambio climático mundial’, dijo Bush.
Aunque parca, esta declaración es un paso importante para un presidente que al principio de su mandato puso en duda la existencia del calentamiento planetario, retiró la firma de su país del Protocolo de Kioto -que regula las emisiones en todo el mundo- y no ha participado en las negociaciones internacionales sobre el problema.
El presidente ha reconocido que ‘la acción del ser humano contribuye a producir el calentamiento global. Eso ya es un progreso’, dijo David Willett, portavoz del Sierra Club, la mayor asociación medioambiental del país.
El Gobierno federal se ha fijado como meta que las emisiones de gases relacionadas con el efecto invernadero crezcan un 18 por ciento menos que lo previsto para 2012.
Sin embargo, se ha negado a poner topes legales a la expulsión de dióxido de carbono, pese a que un 25 por ciento de todas las emisiones del mundo se producen en Estados Unidos.
Reducir el cosnumo de gasolina y duplicar las reservas de petróleo
Bush propuso además reducir el consumo de gasolina en un 20% para 2017 y duplicar las reservas estratégicas de petróleo estadounidense a 1.500 millones de barriles para 2027, como forma de tomar precauciones frente a una eventual interrupción del suministro por un desastre natural o por un ataque terrorista.
Las grandes empresas de EEUU piden controlar las emisiones
El martes, una coalición que incluía a 10 de las mayores empresas del país, desde Alcoa y General Electric hasta Duke Energy y DuPont, pidió a Bush que establezca volúmenes máximos de emisiones. Algunos de los dirigentes de estas empresas hablaron en Davos, donde hoy comienza el Foro Económico Mundial.
James Rogers, jefe ejecutivo de Duke Energy ha dicho que ‘es un buen paso, pero necesitamos mucho más’. Alain Belda, jefe ejecutivo de Alcoa también señaló: ‘El país necestita una norma’.
La ausencia de leyes ha llevado, por ejemplo, a California y a un grupo de estados del Noreste a coger toro por los cuernos y han obligado a reducir la liberación de gases nocivos en su territorio, ante la pasividad de Washington.
Cumbre en Tokio
Mientras tanto, en Tokio se celebra una cumbre sobre el cambio climático presidida por Japón y Brasil y en la que participan altos responsables de países avanzados y en vías de desarrollo. Su objetivo, llegar a un acuerdo de seguimiento al Protocolo de Kioto.
Los 20 países que participan en la conferencia ‘informal’ de dos días, entre los que estan Estados Unidos, China e India, representan alrededor del 70 por ciento del total de las emisiones de gases con efecto invernadero globales, según responsables del Ministerio de Relaciones Exteriores japonés.
‘Hay un creciente reconocimiento de que necesitamos una respuesta global al cambio climático, y necesitamos comprometer en mayor medida a grandes países en desarrollo como China, India y Brasil’, dijo Yvo de Boer, responsable del Secretariado para el Clima de Naciones Unidas.
De Boer también reconoció el valor de las palabras de Bush y manifestó optimista que la conciencia del problema en EEUU ‘está cambiando’.
Fuente: Ambientum