Un enorme bloque de hielo del tamaño de la isla de Manhattan se ha desprendido de la Antártida y gran parte de la plataforma Wilkins pende ahora ‘de un hilo’, en un fenómeno que los científicos atribuyen al impacto del cambio climático.
La British Antartic Survey (BAS, en inglés), una institución británica dedicada al estudio del ‘continente blanco’, ha grabado imágenes vía satélite y de vídeo que muestran cómo un gigantesco bloque de 41 kilómetros de largo y 2,5 de ancho parece haberse separado en los últimos días de la Península Antártica y continúa desplazándose.
Una gran parte de la plataforma Wilkins -una masa de hielo flotante de 16.000 kilómetros cuadrados, es decir, del tamaño de Irlanda del Norte- está ahora sostenida ‘únicamente’ por una delgada franja de hielo suspendida entre dos islas.
‘No esperaba ver que esto ocurriera tan rápidamente. La plataforma de hielo pende de un hilo’, afirmó el científico David Vaughan en un comunicado difundido por la BAS.
Fue este mismo experto el que predijo, en 1993, la probabilidad de que se perdiera la zona norte de la plataforma Wilkins en un plazo de treinta años si el calentamiento climático en la península continuaba al mismo ritmo.
El glaciólogo Ted Scambos, de la Universidad de Colorado (EE.UU.), alertó a Vaughan y a su colega Andrew Flemin, ambos de la British Antarctic Survey, de que la plataforma de hielo se encontraba en peligro.
Tras comprobar las imágenes de satélite diarias, la BAS envió un avión Twin Otter en una misión de reconocimiento para comprobar la extensión del resquebrajamiento.
‘Nunca había visto nada igual. Era impresionante’, explicó Jim Elliott, que fue a bordo del avión para captar la dimensión de los daños.
‘Volamos a lo largo de la grieta principal y observamos la gran magnitud del desplazamiento desde el punto de ruptura. Pareciera que grandes pedazos de hielo, del tamaño de pequeñas casas, hubiesen sido esparcidos como escombros. Es como si se hubiese producido una explosión’, añadió.
Esta rotura es el último drama experimentado por la región antártica, que ha sufrido un calentamiento sin precedentes en los últimos cincuenta años.
Numerosas plataformas de hielo han retrocedido en los últimos treinta años, de las que seis se han colapsado totalmente: el Prince Gustav Channel, Larsen Inlet, Larsen A, Larsen B, Wordie, Muller y la Plataforma Jones Ice.
‘El calentamiento climático en la Península Antártida ha desplazado más al sur el límite de viabilidad para las plataformas de hielo, con lo que algunas que solían ser estables están retrocediendo y podrían acabar por desaparecer’, indicó el científico de la BAS David Vaughan.
A su juicio, la rotura en la plataforma Wilkins no tendrá ‘ningún efecto’ en el nivel del mar, porque ‘está todavía flotando’, pero ‘es otra indicación del impacto que el cambio climático está teniendo en la región’.
La plataforma Wilkins ha permanecido estable durante la mayor parte del último siglo, pero comenzó a disminuir en los años noventa.
En 1998, se produjo un gran fractura con 10.000 kilómetros cuadrados de hielo que se perdieron en cuestión de meses.
Fuente: Terra Actualidad