Un estudio de 400 científicos pinta un panorama apocalíptico a final de siglo: olas de calor, plagas, incendios y desaparición de especies. El escenario proyectado por el estudio, en caso de que no se pararan las emisiones de gases contaminantes, sería el siguiente…
TEMPERATURAS Y MAR
Siete grados más en verano
La proyección más desfavorable estima que entre 2070 y 2100 las temperaturas subirán hasta 7 grados en verano y 4 en invierno. Se incrementarán los días con temperaturas máximas extremas, sobre todo, en primavera. Los científicos desconocen si las especies serán capaces de evolucionar y adaptarse al cambio climático. Las islas son las áreas más vulnerables. Se prevé una reducción de la productividad marina y, por tanto, de las capturas. La subida del nivel de las aguas puede llegar a un metro. Se perderían playas, sobre todo en el Cántabrico, y se inundarían zonas como el delta del Ebro, Manga del Mar Menor, costa de Doñana…
MENOS AGUA
Cuencas resecas y más incendios
Como lloverá menos, las reservas de agua disminuirán. A finales de siglo, podría haber un 22% menos de agua en España. Las cuencas más afectadas serían las del Guadiana, Segura, Júcar, Guadalquivir y otras áreas de Andalucía, Canarias y Baleares. Habrá más incendios y una mayor demanda de regadío. Las tierras de cultivo se empobrecerán. Será necesario redefinir la política hidráulica, energética, agrícola, científica y medioambiental, entre otras.
FLORES Y ANIMALES
Migraciones hacia el Norte
Desaparecerán flores y especies animales exclusivas de la Península. Otras migrarán hacia el Norte o buscarán mayores alturas. Las especies forestales se verán afectadas: la polinización será más prolongada, habrá más casos de asma.
AGRICULTURA
Más plagas y parásitos
El incremento de las temperaturas aumenta el nivel de estrés: las explotaciones serán menos rentables. Habrá cambios en el alcance y distribución de las plagas. Inviernos más suaves y húmedos incrementarán la supervivencia de los parásitos. En Pirineos, cordillera Cantábrica y cordilleras Béticas habrá más aludes y desprendimientos. También, mayor erosión.
EFECTOS PARA EL HOMBRE
Más plagas y parásitos
Se incrementará la demanda de petróleo y gas natural para hacer frente al consumo energético. Las alteraciones en los ecosistemas harán que éstos no aporten los beneficios sociales, económicos y ambientales actuales, afectando al turismo. Aumentará la contaminación y los problemas de salud. Podría incrementarse la incidencia de enfermedades transmitidas por mosquitos, como dengue, enfermedad del Nilo Occidental, malaria o garrapatas.
Los mayores de 65 años y las personas con bronquitis crónica, asma o enfermedades cardiacas son los grupos más vulnerables al posible incremento de la contaminación atmosférica. Habrá más ozono y mayor número de partículas en suspensión.
El cambio climático puede afectar de forma aguda a la Península Ibérica
El nivel de las aguas costeras subirá un metro y anegará zonas habitadas; enfermedades transmitidas por mosquitos como la malaria o el dengue podrían incrementar su presencia en España; la temperatura media subirá hasta 7 grados en verano, incidiendo en la calidad de vida de la población; habrá más incendios forestales, más crecidas de ríos y aludes; desaparecerán especies animales y vegetales; escaseará el agua en las regiones más áridas; proliferarán los organismos invasores; el régimen de lluvias se alterará; el turismo disminuirá su peso económico…
La Península Ibérica cambiará de cara. «El tiempo de espera para actuar, simplemente, se ha acabado». La frase, pronunciada por José Manuel Moreno, catedrático de Ecología del departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha, tiene el aire de un ultimátum y fue dicha ayer durante la presentación del informe sobre los impactos en España del cambio climático y en el que han participado 400 científicos.
La llamada de atención no puede ser más directa. Las consecuencias del calentamiento global que ya se dejan notar (ola de calor de 2003, deshielo de glaciares pirenaicos, incremento de la temperatura en 1,5 grados en el último siglo, traslado de pesquerías de anchoa y atún cada vez más al Norte, migraciones de aves y floraciones más tempranas) no son nada comparado con lo que se avecina.
Fuente: Ekoplaneta