Entidades como el BBVA van a financiar la construcción de once centrales térmicas de carbón en Texas (Estados Unidos) de ahora al 2011, cuando se prevé que estén terminadas. Estas once centrales emitirán 78 millones de toneladas de CO2 al año.
Estas emisiones equivalen a:
Lo que emiten países como Nueva Zelanda, Irlanda, Dinamarca o Suecia.
La previsión de disminución de emisiones de Japón según el Protocolo de Kioto.
El equivalente a lo que emiten 14 millones de coches.
Este proyecto requiere la inversión de 11.000 millones de dólares y será llevado a cabo por TXU. Las plantas tendrán un total 9 GW de potencia. Pero esto es sólo el principio, ya que la empresa estadounidense tiene planeado llegar a 14 GW de potencia mediante centrales térmicas de carbón en Estados Unidos. Esto convertiría a la empresa en la más contaminante del país americano.
La producción de electricidad a partir de la combustión del carbón es la tecnología que emite más gases de efecto invernadero a la atmósfera y, por lo tanto, a consideración de Ecologistas en Acción, debería ser eliminada.
Además hay que añadir que Texas ya es el Estado que más gases de efecto invernadero emite del país. A pesar de ello las emisiones no tienen ningún tipo de regulación en el mismo.
El proyecto está financiado por Citigroup, Morgan Stanley y Merrill Lynch como principales inversores. Pero también se encuentran Barclays Capital, Calyon, WestLB, Société Générale, Mizuho Corporate Bank, Bank of Tokyo-Mitsubishi, HypoVereinsbank, Scotiabank, ABN AMRO, Wachovia, HSBC y el español BBVA.
Por ello Ecologistas en Acción, en línea con lo demandado por Rainforest Action Network (RAN), pide la retirada de estas instituciones financieras del proyecto para que este no se lleve a cabo.
Este tipo de prácticas son habituales en el BBVA. Por ejemplo es el segundo financiador del nuevo Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) en Ecuador. El tubo recorre 503 Km entre la Amazonia y el puerto Esmeraldas. El OCP ha sido construido por un consorcio de 7 empresas, entre las que se encuentra Repsol-YPF. Entre 1999 y 2003, únicamente por roturas de los oleoductos en Ecuador, se ha derramado más petróleo que el vertido en el desastre del Prestige. Por ejemplo, durante la construcción del OCP se vertieron hasta 22.000 barriles de crudo que llegaron a la laguna de Papallacta de la que toma agua el 60% de la población de Quito. El nuevo oleoducto OCP atraviesa todo Ecuador. En el trayecto hay zonas de alta biodiversidad y producción hídrica, que además presentan un alto riesgo sísmico y de erupción de volcanes activos: en noviembre de 2002 el volcán Reventador destruyó 870 metros del OCP recién construido.
Además en el currículum antiambiental del BBVA se debe añadir la financiación de la celulosa que ENCE quiere construir en Uruguay. Lo que conllevará un gran impacto, tanto por sus emisiones de efluentes contaminantes, como por su gestión forestal insostenible.
A todo ello hay que sumar que el BBVA es el principal propietario español de fabricas de armas, estando implicado en el caza Eurofighter EF 2000, el avión de transporte A400M, los carros blindados Leopard o productos de guerra electrónica como Hspasat, Rymsa e Indra.
Este tipo de irresponsabilidad social corporativa por parte del BBVA viene siendo denunciado desde hace tiempo por distintas organizaciones como el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) o Ecologistas en Acción – Ekologistak Martxan. www.ecoportal.net
NOTA de laRepublica.es: Aunque así aparecía en las primeras informaciones publicadas por ecoportal.net y reproducidas por laRepublica.es, Caja Navarra ha desmentido a este diario que financie dicha operación.