Save the Children aprovechó la cumbre sobre el clima de las Naciones Unidas, celebrada en Barcelona, para presentar su informe «Viviendo el calentamiento global: supervivencia infantil en un clima cambiante», en el que alerta de que el cambio climático es la mayor amenaza para la salud de los niños en el siglo XXI. Según la ONG, 175 millones de menores al año se verán afectados por el incremento de los desastres naturales (inundaciones, ciclones, sequías, etc.) en la próxima década.
Estos desastres naturales «se combinarán con un incremento de la malnutrición y de enfermedades que ya provocan las mayores tasas de mortalidad infantil», como la malaria y la diarrea.
Se estima que la diarrea, que acaba con la vida de un millón de niños cada año, «se incrementará en un 10% hasta 2020 a causa de cambio climático». La malnutrición, que afecta a 178 millones menores y provoca 3,2 millones de muertes infantiles cada año, «afectará a 25 millones de niños en 2050». Y la malaria, responsable de que un millón de niños pierda la vida cada año, «afectará 320 millones más de personas en 2080», señala Save the Children.
Por todo esto, la ONG pidió a los líderes mundiales que se «comprometan a firmar un acuerdo ambicioso sobre cambio climático en las negociaciones del clima de Copenhague, que ayude a los niños con menos recursos a soportar sus efectos».
«Actualmente los niños ya mueren a causa del cambio climático y sin una acción urgente estas muertes se incrementarán», declaró Rudolph von Bernuth, director de Emergencias de Save the Children. «Casi nueve millones de niños y niñas pierden la vida cada año antes de su quinto cumpleaños a causa de enfermedades como la diarrea o la neumonía. El cambio climático empeorará estas amenazas», afirmó von Bernuth, que urgió que «si no se actúa, el cambio climático se convertirá en un lento naufragio con los niños y niñas del mundo a bordo».
El informe de Save the Children señala cómo las familias de las comunidades más pobres serán las más afectadas, ya que el cambio climático reduce su acceso a agua potable y su capacidad de cultivar alimentos nutritivos, incrementa el precio de los alimentos y permite que se propaguen los mosquitos portadores de la malaria.
Responsabilidad de las naciones ricas
Por su parte, el director de Save the Children España, Alberto Soteres, dijo que «los niños y niñas de los países en desarrollo no son responsables del cambio climático y si embargo son los más afectados». Por ello, «es responsabilidad de las naciones ricas, que han estado emitiendo gases de efecto invernadero durante siglos, ayudar a las comunidades con menos recursos a adaptarse a los efectos del cambio climático», reclamó Soteres.
«Viviendo el Calentamiento Global» hace también un llamamiento a los gobiernos para que fortalezcan sus sistemas de de sanidad, agua y saneamiento en los países más pobres para que puedan afrontar los efectos del cambio climático. Además, los países en desarrollo deben diseñar planes para adaptarse a esta difícil situación que tengan en cuenta las necesidades específicas de los niños.
Fuente: www.consumer.es