Según Martin Mozny y sus colegas, climatólogos del Instituto Hidrometeorológico Checo, el aumento de las temperaturas en los últimos años ha empeorado la calidad del lúpulo Saaz , la variedad delicada utiliza para hacer cerveza de tipo Pilsner en todo el mundo.
Y no es una simple suposición. Estos científicos estudiaron los patrones climáticos, el rendimiento del cultivo y la calidad de lúpulo Saaz en la República Checa entre 1954 y 2006, concluyendo que la concentración de ácidos alfa en el lúpulo Saaz se ha reducido en un 0,06% al año desde 1954.
El lúpulo Saaz de mejor calidad contiene alrededor de un 5% de ácido alfa, y es justo éste el responsable del delicado sabor amargo de pilsners.Un sabor que puede ir deformándose con la disminución de los ácidos alfa, que el calentamiento global irá disminuyendo, predicen los expertos.
Según Franceso Tubiello, un especialista en cultivo de la Comisión Europea, el calentamiento global no sólo afecta al lúpulo de la República Checa: “Las famosas regiones vitícolas de Alemania oriental y central de Eslovaquia se enfrentan a la misma situación”.
Fuente: ecologiablog.com