Los científicos han cerrado el debate: el calentamiento que ha registrado el planeta es «inequívoco», continuará en forma más extrema, y el ser humano es el responsable. Lo afirman con rotundidad los investigadores que han elaborado el nuevo informe de Naciones Unidas sobre cambio climático, un documento que tras el acto de ayer en París han asumido como propio más de 100 países.
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A partir de ahora la responsabilidad pasa a manos de los políticos. La responsabilidad humana es inequívoca sobre todo en las emisiones ingentes de gases de efecto invernadero asociadas a la industrialización. El cambio climático es imparable, y provocará aumentos de temperaturas en este siglo de entre 1,8 y 4 grados, dependiendo de las medidas que se adopten para combatirlo.
«El calentamiento es ya evidente a partir de los aumentos de la temperatura media del aire y del océano observados, del derretimiento de hielos y nieves y del aumento del nivel del mar registrado», explican los especialistas. La temperatura de la Tierra subió el siglo pasado 0,76 grados, y subirá en los próximos cien años entre 1,8 y 4 grados, lo que tendrá efectos enormes en la biodiversidad, las lluvias, las sequías, la subida del nivel del mar o la pérdida de los hielos polares. También influirá en los recursos alimenticios y en la sanidad, por citar solo algunos de los impactos.
«El 2 de febrero pasará a la historia como el día en que desaparecieron las dudas acerca de si la actividad humana esta provocando el cambio climático; y cualquiera que, con este informe en la mano, no haga algo al respecto, pasará a la historia como un irresponsable», dijo ayer tajante Achim Steiner, director del Programa de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente, en la presentación en París de las conclusiones del grupo de trabajo dedicado a la física del clima del Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
Las 14 páginas del documento hecho público están plagadas de efectos sobre el clima presente y futuro calificados de «muy probables», lo que se traduce, especifican los científicos, en una fiabilidad del 90%. En el informe anterior del IPCC, de 2001, había más incertidumbres, por lo que los especialistas destacaron ayer la solidez del nuevo estudio, la enorme mejora del conocimiento científico del clima terrestre que se tiene ahora y la calidad y cantidad de los análisis efectuados en los últimos años. «Ésta es la evaluación más completa y rigurosa que se ha hecho sobre el cambio climático», dijo Michael Jarraud, director general de la Organización Meteorológica Mundial.
El desequilibrio que ha producido el hombre en el clima ya está hecho y, aunque las emisiones de gases de efecto invernadero se estancasen en el nivel de 2000, lo que es casi imposible, a lo largo de este siglo la temperatura seguiría aumentando 0,1 grados por década debido a las emisiones pasadas. Lo más probable es que en los próximos 20 años el calentamiento sea de 0,4 grados.
Si la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera se dobla respecto al nivel anterior a la industrialización, es probable que el calentamiento sea de entre 2 y 4,5 grados centígrados, «con la mejor estimación en torno a 3 grados», señala el informe. Con este calentamiento, los efectos serían muy negativos en todo el planeta. La UE quiere evitar que se superen los 2 grados de aumento de la temperatura media y para ello habrá que reducir las emisiones entre un 20% y un 30% hacia 2020 y hasta un 80% en la segunda mitad del siglo XXI.
El informe del IPCC integra todo el conocimiento científico actual y no tiene contenido político ni, por tanto, aconseja a los Gobiernos lo que tienen que hacer, recalcó Rajendra Pachauri, presidente del IPCC. Sin embargo, este experto hizo una comparación muy plástica sobre cómo actuar ante el peligro: «Nunca se alcanza la certeza del 100%, pero si uno va a un país donde corre el riesgo de sufrir malaria, toma medidas de precaución para evitarlo, aunque desde luego la probabilidad de coger la enfermedad no es del 100%».
Los autores principales del informe han debatido y aprobado por consenso el documento junto con los representantes de los gobiernos. Ayer Susan Salomon, co-rresponsable, junto con Dahe Quin, de esta primera parte científica del cuarto informe del IPCC, fue desglosando el contenido del documento. «Los cambios en el siglo XXI serán, muy probablemente, más notorios que en el siglo XX», resumió.
El informe presentado ayer es el denominado resumen para responsables políticos y se refiere a la física del clima; aún faltan dos grandes capítulos más que se aprobarán a lo largo del año: uno que estudia los impactos de estos hallazgos científicos y un tercero sobre los efectos socio-económicos y lo que se puede hacer para afrontar el problema. Los tres capítulos juntos integrarán el informe. De su elaboración se han encargado unos 2.500 científicos de 130 países.
También se desplazó ayer a París para la presentación del informe Ivo de Boer, secretario general de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Boer habló de los resultados del reciente estudio Stern sobre los impactos económicos del clima: «Creo que sí influirán en las futuras discusiones de las medidas para después de 2012 porque el cuarto informe es mucho más preciso desde el punto de vista de los hallazgos científicos que el anterior, con lo que las negociaciones pueden ahora centrarse en las decisiones políticas y ya no en las dudas sobre el cambio climático«.
Los ecologistas se mostraron ayer satisfechos con las conclusiones del informe y coincidieron en llamar la atención sobre la necesidad de tomar medidas urgentemente para evitar lo peor del calentamiento: «El IPCC ha hecho sonar la sirena de alarma», afirmaron. Sin embargo, destacaron también que las conclusiones debían haber sido aún más contundentes. Greenpeace insistió en que el rango de calentamiento abarca de 1,1 a 6,4 grados centígrados a finales de siglo. «La buena noticia es que la comprensión del sistema climático y sus impactos ha mejorado inmensamente. La mala es que cuanto más sabemos más precario se muestra el futuro», dijo ayer Stephanie Tunmore, de Greenpeace Internacional. WWF destacó que el informe no es suficientemente claro sobre la subida del nivel del mar, teniendo en cuenta los resultados científicos reales.
El conocimiento actual del clima está concentrado y resumido en las 14 páginas del informe, en el que ningún párrafo carece de datos significativos. Esta es la información esencial que contiene:
– Aumento de los gases de efecto invernadero. La concentración actual de gases de efecto invernadero es de 379 partes por millón (ppm) y aumenta a ritmo acelerado; en la era preindustrial (1650) era de 280 ppm. El aumento del CO2 se debe sobre todo al uso de combustibles fósiles y cambios en el uso de la tierra, y el del metano y del oxido nitroso, a la agricultura. Estos gases refuerzan el sistema invernadero natural de la Tierra, subiendo la temperatura. El nuevo informe indica que el impacto de las variaciones de la radiación solar en el calentamiento es menos de la mitad de lo que se estimó en el informe anterior.
– Calentamiento actual. Once de los últimos 12 años han sido de los más calientes desde 1850. La temperatura ha aumentado entre 1901 y 2005 0,74 grados centígrados (0,6 grados en el informe anterior, hasta 2000). Desde 1961 la temperatura media del océano ha aumentado y el nivel del agua ha subido 3,1 milímetros por año entre 1993 y 2003. Los glaciares han disminuido.
– Cambios observados. «Se han observado numerosos cambios de largo alcance en el clima a escala de los continentes y las cuencas oceánicas», dice el informe. Dichos cambios se aprecian en: los hielos árticos, las precipitaciones, la salinidad del océano y fenómenos extremos como sequías, lluvias torrenciales, olas de calor y mayor intensidad de los ciclones tropicales.
En el Ártico, el aumento de las temperaturas registrado es casi el doble de la media global. Ha aumentado la cantidad de precipitaciones en el norte de Europa, de Asia, y en parte de América, pero han disminuido en el Sahel, el Mediterráneo, el sur de África y el sureste asiático. Ha habido sequías más pronunciadas desde los años setenta en los trópicos y subtrópicos. La mayor frecuencia de lluvias torrenciales también se asocia al calentamiento, así como las temperaturas extremas.
– Ciclones tropicales. El informe indica que ha aumentado la intensidad de los ciclones, pero que no se aprecia una tendencia clara de aumento de su número.
– Antártida. Las condiciones antárticas tienen mucha variabilidad natural, lo que dificulta identificar cambios climáticos inducidos sustanciales. Los científicos predicen que en el futuro el aumento de las precipitaciones (de nieve) en el continente blanco debido al cambio climático global, y los fríos extremos allí evitarán que se produzca una pérdida neta de hielo que contribuya a la subida del nivel del mar, como sucede con Groenlandia. Incluso podría formarse más hielo que ahora.
– Calentamiento futuro. El aumento de temperatura media más probable en 2100 es de entre 1,8 y 4 grados centígrados, dependiendo de cuantos gases de efecto invernadero se emitan y de las opciones tecnológicas y energéticas que se adopten. Teniendo en cuenta los márgenes mínimos y máximos de todos los escenarios analizados, el rango de posible calentamiento se amplía de 1,1 a 6,4 grados. En el informe anterior del IPCC este rango era de entre 1,4 y 5,8 grados. Los resultados presentan aún algunas incertidumbres debido a los complejos efectos de retroalimentación del clima.
– Cambios en el siglo XXI. El calentamiento será mayor en tierra que en el mar. La capa de nieve disminuirá. Los hielos polares se encogerán, sobre todo en el Ártico. Aumentará la frecuencia de las olas de calor y las precipitaciones catastróficas. Probablemente los ciclones tropicales serán más intensos. Aumentarán las precipitaciones en latitudes altas y disminuirán en la mayoría de las regiones subtropicales. El nivel del mar subirá entre 18 y 59 centímetros.
Fuente: El País