«No podemos decir si España ya está sufriendo los efectos del cambio climático, pero no hay discusión en que desde los años 80 se está elevando la temperatura media y en que los veranos más calurosos han tenido lugar en los últimos diez o quince años». Así de rotundo se mostró ayer Ángel Rivera, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, para quien si bien esta situación «no confirma el cambio climático, tampoco se opone a los modelos» de calentamiento realizados por los científicos.
Y es que el verano que termina -a las 23.19 horas de hoy ya comienza el otoño- vuelve a encaramarse a lo alto del ránking de los más calurosos, en concreto, el tercero desde 1970, siendo sólo superado en temperatura media por el verano de 2003 y, muy ligeramente, por el verano de 2005. La anomalía térmica media para el conjunto del territorio español fue de 1,8 grados, lo que le confiere un carácter extremadamente cálido, con la única excepción de Galicia, donde dependiendo de las zonas fue un verano normal o incluso algo más fresco, y Asturias, donde las temperaturas se movieron entre los valores normales para la estación.
La anomalía térmica más acusada, de entre 2 y 3 grados (como puede apreciarse en el gráfico), se registró en Navarra, Aragón, Cataluña, Madrid, Castilla-La Mancha y el área del bajo Guadalquivir (Sevilla vivió su verano más cálido desde 1970). La temperatura más elevada del verano se registró en los observatorios de Murcia y Murcia-Alcantarilla, que alcanzaron los 45 grados el 23 de julio.
Este último trimestre se ha caracterizado también por las escasas lluvias, un 30 por ciento por debajo de los valores normales, lo que le sitúa como el tercer verano más seco del siglo XXI, por detrás de los del 2001 y 2005.
Un otoño como el de 2008
En cuanto al otoño que hoy comienza nada hace presagiar por ahora que sea muy diferente al del año pasado, por tanto, será más cálido de lo normal, especialmente en las regiones mediterráneas, con temperaturas que podrían superar entre 1 y 1,5 grados los valores medios de esta época del año. No se esperan temporales atlánticos, sino más bien entradas frías del Norte, ni lluvias importantes, salvo en Baleares, donde sí podría ser un otoño más húmedo de lo normal. La estación se verá afectada por «El Niño», que se prolongará hasta marzo o abril de 2010 y, según Rivera provocará «fenómenos contrarios».
Fuente: ABC