El verano de 2007 pasará a la historia de la Geografía como el año en que por primera vez la ruta marítima del paso del noroeste se abrió. La Agencia Espacial Europea (ESA), cuyos satélites vigilan la superficie helada del océano glaciar Ártico, ha anunciado que el deshielo acelerado que sufre esta región los ha fundido en el norte de Canadá, permitiendo por primera vez el paso de la navegación.
El vertiginoso deshielo que se ha producido este verano en la capa de hielo –que también está cerca de abrir la ruta del noreste, en las costas de Siberia–, viene batiendo todos los días máximas en su descongelación. Hasta este año, fue en el verano de 2005 cuando se había alcanzado la menor superficie helada conocida: 5,32 millones de kilómetros cuadrados alcanzados a finales de septiembre, cuando comenzó de nuevo el frío.
A mediados de agosto los registros de 2005 y de 2006 quedaron pulverizados al detectarse superficies inferiores a las de entonces. Aquel avance advertía del alarmante deterioro del equilibrio climático en la región, y preveían datos más graves según avanzaran los días antes de la entrada del otoño.
Así ha sido. Los datos de hace una semana volvieron a ser alarmantes: la capa de hielo se ha reducido en un mes otro millón de kilómetros cuadrados con respecto a las cifras de 2005, situándose en 4,24 millones de kilómetros cuadrados. En el transcurso de estas semanas han aparecido dos islas no cartografiadas en el archipiélago noruego de las Svalbard, ocultas bajo glaciares.
Leif Toudal Pedersen, del Centro de Ciencias Espaciales de Dinamarca, que ha analizado las 200 fotografías de la ESA que han permitido elaborar la imagen superior, ha expresado su gran preocupación: «Un millón de kilómetros cuadrados menos en un año es una cifra extrema. Esto indica que el hielo del Ártico puede desaparecer mucho más pronto de lo previsto«.
Las últimas previsiones sobre la situación del Ártico, provienen del informe de este mismo año del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de la ONU, que ha pronosticado que en la década de los 40 el Ártico se quedaría libre de hielo los veranos, a consecuencia del cambio climático.
Pero los nuevos datos hacen temer una revisión más alarmante, puesto que el Ártico parece haber entrado en un colapso climático. Si la media de pérdida de hielo venía a ser de 100.000 kilómetros cuadrados por año la última década, en el último año se ha multiplicado por 10.
Aparecen islas
Con esa velocidad de deshielo no es de extrañar que aparezcan islas y se abran rutas marítimas, largamente buscadas por el hombre en los siglos XVIII y XIX para conectar vía marítima los países del Hemisferio Norte, entre el Pacífico y el Atlántico.
Estas nuevas expectativas de comunicaciones y transportes –precisamente ahora que se comienza a ampliar el canal de Panamá–, unidas a las perspectivas de explotación de los recursos que quedaban hasta ahora protegidos bajo el hielo, ha desatado serias rivalidades entre los cinco países vecinos del Ártico.
Las rivalidades enfrentan a todos contra todos. Incluso a dos aliados como Canadá y Estados Unidos, que han comenzado a litigar si el paso del noroeste es una vía libre marítima o un estrecho en aguas canadienses, lo que podría dar lugar a derechos de peaje.
Fuente: El Mundo