La lucha por encontrar nuevas formas de abastecimiento energético han llevado a científicos alemanes y de otros países a buscar en el fondo de los mares. Ahí han encontrado el hielo metánico.
El metano en el fondo de los mares se forma a partir de la descomposición del pláncton. Cuando éste se muere y se hunde hasta las profundidades, el frío y la presión lo encapsulan en moléculas acuosas conocidas como clathrat.
Explica la Deutsche Welle en su web que se ha descubierto que, al juntarse, tales cápsulas formadas por la naturaleza llegan a integrar columnas enteras de de hielo metánico, o hidrometano.
Aspectos determinantes
Por supuesto, este proceso guarda muchos aspectos más, que deben ser investigados con mayor profundidad. Una dificultad radica en el hecho de que, sin la presión y sin la temperatura adecuadas, las reservas de hidrometano se acaban con rapidez.
Si el manejo no es el adecuado, además, grandes cantidades de metano pueden liberarse en un efecto que sería perjudicial para el medio ambiente . Las posibles formas de procesar la sustancia, por eso mismo, también implican algunos enigmas.
Asimismo, se ha determinado que la franja activa para el aprovechamiento del «hielo metánico» se ubica entre los 500 y los 1.500 metros de profundidad. Cuando las aguas son demasiado calientes, el gas escapa hasta la superficie.
En este estado, el metano puede entrar en combustión, y de ahí que la sustancia luce como hielo en llamas. Para localizar bancos propicios de hidrometano en dicha capa oceánica es necesario utilizar sondas de alta precisión.
Una mina de hielo
Pero las promesas no son pocas. Para algunas naciones, en especial las asiáticas, esta reserva natural podría constituir una fuente invaluable de energía. Científicos japoneses calculan que el hidrometano acumulado en las aguas del archipiélago podrían ser suficientes para el abastecimiento de energía durante cien años en esa nación, que actualmente depende las importaciones a fin de satisfacer la demanda.
En Alemania, el investigador Klaus Wallmann considera que «el uso del hidrometano será posible en unos diez años, por lo menos «. Él forma parte de una red científica -Océanos del futuro-, dedicada a explorar las posibilidades que los mares ofrecen, tanto desde el punto de vista ecológico como económico e incluso jurídico.
El aspecto empresarial
El proyecto tiene su sede en la ciudad alemana de Kiel. Ahí, oceanógrafos, biólogos, geólogos, meteórologos y juristas investigan tanto los riesgos como las oportunidades inmersas en las profundidades del mar. No es el único equipo alemán involucrado en estas investigaciones.
Aunque aún son muchos los aspectos por determinar en cuanto a esta fuente de energía, en Alemania y otros países existen ya empresas involucradas en los proyectos de investigación. Una de ellas se llama AG Gashydrate, y ya ha presentado un paquete de propuestas al gobierno surcoreano para explorar posibles reservas en aguas de ese país.
Fuente: Periodista digital