La organización ecologista Greenpeace informó este martes que ha detectado corales blanqueados en el Golfo de México, un hecho que atribuye al daño que los gases de efecto invernadero infligen en los ecosistemas marinos.
Los ejemplares decolorados fueron localizados en la zona de Alacranes, frente al estado de Yucatán, donde se halló una colonia completa de corales blanqueados como consecuencia del «aumento de la temperatura del agua marina en la zona y cambios en el pH».
La decoloración del coral estrella, responde, según Greenpeace, a la vulnerabilidad que esta especie muestra al aumento de la temperatura superficial del agua del mar.
En concreto, se debe a la muerte de las algas que viven en sus tejidos, según explicó el científico Héctor Reyes Bonilla, miembro de la expedición que Greenpeace ha enviado a la zona para obtener más información sobre los efectos de la acidificación de los océanos en las al menos veinte especies de corales que pueblan el Golfo de México.
Este profesor de la Universidad Autónoma de Baja California Sur advierte de que, si bien el nivel de acidez no es lineal -es decir, sube y baja-, el pronosticado para dentro de veinte años (8.45) será el más alto registrado desde 1970.
Durante la expedición se encontró, además, un tipo de coral amarillo, nunca visto antes en la zona, y ejemplares de pez león, una especie exótica invasora.
La presencia de especies de este tipo, es una de las amenazas que, para Greenpeace, se ciernen sobre los arrecifes mexicanos, además de las ya mencionadas acidificación de los océanos y aumento de la temperatura superficial del mar.
Frente a las costas de los estados de Campeche y Yucatán existen numerosos arrecifes y bancos de coral, pero sólo Alacranes cuenta con la categoría de Parque Nacional. El resto, explica Greenpeace, «no tiene ningún tipo de protección».
La organización ecologista ha anunciado que en la próxima Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, que tendrá lugar en Cancún en diciembre, pedirá protección para estos arrecifes, puesto que son de gran importancia precisamente para la captura de dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero que causan el cambio climático.
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