De tsunamis y terremotos a huracanes y gripe aviar, los desastres naturales del último año subrayaron la urgencia de un proyecto global para aunar criterios que puedan reducir los daños.
En Johannesburgo en 2002, la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible resaltó la necesidad para coordinar la información acerca del estado de la Tierra.
Tres años más tarde, la sociedad conocida como el Grupo de Observaciones Terrestres ha ganado el apoyo de 58 países y 47 organizaciones mundiales por un Sistema de Sistemas de Observaciones Terrestres Globales que apunte a reunir información recolectada por miles de instrumentos en todo el mundo.
Los impulsores del Sistema de Sistemas desestiman el escepticismo de la resistencia nacional a compartir la información: creen que puede ser superado y dicen que la voluntad política para obtener resultados está creciendo.
«Creo honestamente que hay una sensación de urgencia creciente», dice Maryam Golnaraghi, directora del Programa de Prevención y Mitigación de Desastres Naturales de la Organización Meteorológica Mundial, uno de las entidades inscritas en el Sistema de Sistemas.
«El rango de riesgos que han ocurrido este año y la atención mediática han generado, ha incrementado la conciencia a nivel político que los desastres no son sólo obra de Dios».
«Estados Unidos está comprometiéndose a llevar las observaciones terrestres al próximo nivel para beneficiar a la próxima generación», dijo el secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez en la Cumbre de la Observación Terrestre en Bruselas en febrero de este año.
Más allá de Estados Unidos, Golnaraghi dice que es probable que los países en desarrollo se beneficien por poder acceder a información reunida alrededor del planeta.
El objetivo es desarrollar el Sistema de Sistemas para proveer información a los usuarios, como gobiernos, científicos y la industria durante los próximos 10 años.
EL CLIMA, EL MEJOR EJEMPLO
Hasta ahora, la cooperación con el clima es el mejor ejemplo de relaciones entre países.
La Administración Nacional del Océano y la Atmósfera dirige el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Ese organismo predijo este año la temporada de tormentas más activa de que se tenga registro, con la ayuda de los datos recolectados por los sistemas de observación de otros países, al igual que Estados Unidos.
Los satélites que rastrean las formaciones de huracanes que empiezan en África, por ejemplo, pueden proveer advertencias climáticas para Estados Unidos.
Aparte de los desastres vinculados al clima, la recolección común de información puede jugar un papel vital en la mejora de las fuentes hídricas y la administración de la energía en ciertas áreas.
Quienes trabajan en el Sistema de Sistemas también están activamente involucrados en ayudar a construir uno de advertencia de tsunamis.
Además, esperan verificar la propagación de enfermedades tales como la malaria y la gripe aviar, ya que las condiciones que las posibilitan pueden ser observadas para predecir cómo se extenderán.
Fuente: www.swissinfo.org