Los niveles actuales de gases de efecto invernadero son los más altos que en cualquier momento de los últimos 650 mil años, aseguran científicos que lograron estudiar, como en un túnel del tiempo, los gases atrapados por milenios en el hielo antártico.
La investigación, publicada en tres artículos de la revista Science, proporciona evidencia de que los niveles de bióxido de carbono son 27 por ciento más altos que los mayores registros en estos periodos, que incluyen dos eras glaciares completas.
Científicos de la Universidad de Berna, Suiza, recuperaron burbujas de aire antiguo atrapadas en la profundidad del hielo de la Antártida y examinaron las variaciones en gases que afectan de clima, como el dióxido de carbono y el metano, como si tratara de un túnel del tiempo.
La evidencia de estos niveles sin precedentes llega faltando una semana para que se reinicien las negociaciones internacionales acerca del cambio climático en Montreal, Canadá.
El proyecto EPICA se sitúa en el lado este de la Antárdida, y ha permitido corroborar que durante los últimos dos millones de años, la Tierra ha estado oscilando entre edades glaciales y episodios de clima relativamente benigno como el que disfrutamos ahora.
Al perforar el hielo a kilómetros de profundidad en la Antártida, los científicos europeos consiguieron rastrear en detalle las variaciones en la composición atmosférica que han acompañado a esos cambios climáticos por más de medio millón de años. Durante ese periodo, el nivel de dióxido de carbono en el aire ha caído a niveles tan bajos como 180 partes por millón, durante las épocas de frío. Pero nunca había superado la cifra de 300 partes por millón, hasta el siglo pasado. Ahora está en una cifra cerca a un tercio más alta que el máximo prehistórico, y aumentando constantemente —según los investigadores— debido a la actividad humana.
El metano, un gas con efecto invernadero aún más poderoso, está a más del doble de sus niveles prehistóricos.
Los resultados en sí mismos no nos dicen qué va a pasar con el clima en el futuro inmediato.
Pero los investigadores pueden usarlos para crear modelos que pueden hacer tales predicciones.
El túnel del tiempo. Gracias a las burbujas de aire atrapadas en un largo cilindro de hielo, tomado de un glaciar antártico, Thomas Stocker y sus colaboradores lograron trazar una historia de la atmósfera desde el Pleistoceno (650 mil años) hasta la fecha.
El tubo, al ser extraído, trae consigo esta historia en cientos de miles de burbujas con muestras de miles de años, en el bióxido de carbono y metano atrapado. Así lograron establecer los niveles de estos gases, de efecto invernadero, es decir, que calientan la atmósfera terrestre, en las diferentes épocas.
Se trata de una de las primeras pruebas “duras” de que son las actividades humanas las responsables de esta atípica composición atmosférica. “Hemos colocado una pieza importante en el mosaico de la información que demuestra que, a escala global y en la línea del tiempo, los humanos hemos cambiado la composición de la atmósfera en un periodo extremadamente corto comparado con los ciclos naturales”, explicó Stocker en el artículo.
Se duplicó la elevación de los mares en siglo y medio
El aumento del nivel de los mares se ha duplicado en los últimos 150 años, lo que confirma el cambio climático causado por el uso de combustibles fósiles, revelaron dos estudios divulgados por la revista Science. Los niveles oceánicos van camino de duplicarse respecto al nivel de hace un siglo y medio y el culpable es el calentamiento atmosférico, indicaron científicos de la Universidad Estatal Rutgers de Nueva Jersey. Añadieron que aunque ese aumento de dos milímetros por año desde 1850, comparado con el incremento de uno en los siglos anteriores, no es alarmante, sí evidencia que el calentamiento global se acelera.
Esa conclusión fue extraída del análisis de perforaciones realizadas a lo largo del litoral del estado de Nueva Jersey, en la costa atlántica de Estados Unidos. “Sin información confiable sobre la forma en que habían cambiado los niveles marinos, no podíamos estar seguros de lo que estaba ocurriendo. Ahora, con datos históricos sólidos, sí sabemos de manera definitiva lo que sucede”, manifestó Kenneth Miller, profesor de ciencias geológicas de Rutgers.
“El cambio principal registrado desde el siglo XIX y el comienzo de la observación moderna ha sido el uso generalizado de combustibles fósiles y (la emisión) de gases invernadero”, indicó.
Por lo tanto, “nuestros datos proporcionan una base nueva y confiable para el estudio del calentamiento global”.
Fuente: www.cronica.com.mx