La Agencia Espacial Europea (ESA) reconoció ayer que la misión del satélite meteorológico Cryosat está perdida, tras la destrucción de la nave, lo que supone un serio revés para la investigación del calentamiento global en el planeta Tierra.
La portavoz de prensa de la Agencia Espacial Europea, Jocelyne Landeau-Constantin, dijo ayer que la agencia europea espera los informes que las autoridades rusas y la compañía gestora del cohete Rockot, el Centro Espacial Jrunichev, proporcionarán dentro de dos semanas para ver qué ocurrió exactamente. La ESA lanzó el satélite meteorológico Cryosat a bordo de un cohete Rockot el sábado a las 15.02 horas GMT, desde el cosmódromo ruso de Plesetsk, situado a 800 kilómetros al noreste de Moscú.
ANOMALIA EN EL LANZAMIENTO La agencia europea informó en su página web de que a las 19.00 horas GMT del sábado, el subdirector general del Centro Espacial Jrunichev, Yuri Bakhvalov, confirmó que el lanzamiento de Cryosat fracasó debido a una anomalía en la secuencia de lanzamiento.
La misión Cryosat debía medir durante tres años, con una precisión desconocida hasta ahora, los cambios de espesor y extensión en las capas de hielo de los casquetes y los océanos del Polo Norte y del Polo Sur. El satélite disponía, para realizar las mediciones a una altura de 720 kilómetros, de dos radares interferométricos con los que observar las modificaciones en las superficies de hielo polares.
Esta misión debería haber contribuido a saber si el cambio climático, en concreto, el calentamiento del planeta, afecta a los casquetes polares y al preocupante deshielo observado en los últimos años en esta zona, sobre todo en el Ártico.