Las emisiones de gases de efecto invernadero que genera el transporte mundial aumentaron un 36% entre 1990 y 2000 y siguen creciendo. Toda África emite el 2,5% del total de dióxido de carbono a la atmósfera en el planeta al quemar combustibles fósiles, y América Latina está sólo ligeramente por encima -el 3%-; en el otro extremo están EE UU, con un 27% del total y Europa con un 24%; Asia Oriental está en el 11%. Son algunos de los datos que destaca el nuevo Atlas del Cambio Climático que han preparado dos científicos europeos y que acaban de presentar en Londres, ante la próxima cumbre mundial del clima que se celebrará en Nairobi en noviembre.
Para mucha gente puede parecer algo abstracto el calentamiento global, el hecho de que la temperatura media de la Tierra haya aumentado un grado en un siglo y que vaya a subir otros dos en las próximas décadas. ¿Qué significan esos dos grados? ¿Qué va a cambiar en el mundo por ello? Kirstin Dow y Thomas E. Dowing, del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, han hecho un excelente resumen del cambio climático en el atlas, tocando incluso temas que suelen quedar fuera de los documentos oficiales o de estudios científicos, como la destrucción de bienes culturales.
Venecia, ya amenazada por los envites del agua, sufrirá el problema de la inundación agravado por la subida del nivel del mar. Pero hay otras víctimas culturales, como las ruinas de Sukothai y Ayutthaya en Tailandia, también por las inundaciones, o muchos monumentos de Alejandría, en Egipto. Cuando Edmund Hillary regresó al Everest en 2003, llamó la atención sobre el hecho de que en 1953, cuando conquistó la cima, la nieve cubría todo el camino hasta el campamento base, mientras que ahora desaparece a cinco kilómetros de éste, señala el atlas. La pérdida de las nieves en el Himalaya y el impacto en las culturas de la zona se considera una pérdida cultural, como lo es la desaparición de islas enteras (dos islotes deshabitados de Kiribati, en el océano Pacífico, quedaron ya sumergidos en el mar en 1999).
Los datos del libro, como es lógico, son conocidos, pero normalmente se accede a ellos de forma dispersa, por lo que su presentación integral resulta eficaz para comprender el cambio climático y sus impactos. España aparece en las primeras páginas: «En 2005, sufrió el invierno e inicio de la primavera más secos desde que se tiene registro, en 1947», indica el libro bajo el epígrafe de Señales de alerta.
El atlas, editado por Earthscan (ISBN 1-84407-376-9) condensa en 112 páginas el conocimiento científico adquirido por miles de investigadores en el mundo y consensuado en los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), de Naciones Unidas. Medio centenar de gráficos aclara y compara muchos parámetros y datos que, vistos aisladamente, ocultan el alcance que realmente tienen.
Como todo atlas temático, además de la panorámica general, cada página aporta información. El capítulo de combustibles fósiles indica las emisiones de gases de efecto invernadero per cápita, en 2003, debidas a la combustión de petróleo, gas natural y carbón en algunos países: 20 toneladas por persona en EE UU; 9,5 en Reino Unido y 9,4 en Japón, 2,7 toneladas en China, una tonelada en India y media en Senegal. Las reservas de carbón extraíble en el planeta se estiman en un billón de toneladas.
Fuente: El Pais