Los seres humanos están sentados en una bomba de relojería. Si la mayoría de los científicos del mundo tienen razón, nos quedan apenas diez años para evitar una catástrofe de grandes proporciones que podría hacer entrar el clima del planeta en una espiral destructiva con temperaturas extremas, inundaciones, sequías, epidemias y oleadas de calor hasta ahora desconocidas. Una catástrofe preparada por los hombres…
El realizador Davis Guggenheim dirige el éxito del Festival de Sundance UNA VERDAD INCÓMODA , la historia de la apasionada entrega de un hombre decidido a exponer los mitos e ideas equivocadas acerca del calentamiento global y de su prevención. Este hombre es el ex vicepresidente Al Gore, que después de perder las elecciones de 2000 decidió cambiar de rumbo y dedicarse a ayudar a salvar el planeta. Este conmovedor retrato de Al Gore y de su «espectáculo itinerante de calentamiento global» muestra a un hombre divertido, abierto y dispuesto a todo para hacer llegar a la mayor cantidad de gente posible la sorprendente verdad acerca de lo que él llama «la emergencia planetaria» antes de que sea demasiado tarde.
Las peores tormentas conocidas en Norteamérica tuvieron lugar en 2005 y Al Gore no se muerde la lengua a la hora de explicar lo que está pasando. El documental, además de exponer claramente los hechos y de hacer algunas predicciones, cuenta la historia personal de Al Gore, desde el universitario idealista que empezó a preocuparse por la crisis medioambiental a escala mundial, pasando por el joven senador que debió enfrentarse a una terrible tragedia familiar, hasta el hombre que casi llegó a presidente pero que regresó a su primera pasión, el medioambiente, convencido de que aún se podía hacer algo.
UNA VERDAD INCÓMODA , usando el ingenio, la inteligencia y la esperanza, demuestra que el calentamiento global ya no puede verse como un tema político, sino como el mayor reto moral al que se enfrenta nuestra civilización.
Paramount Classics y Participant Productions presentan una película dirigida por Davis Guggenheim, UNA VERDAD INCÓMODA , con Al Gore, producida por Laurie David, Lawrence Bender y Scott Z. Burns. Los coproductores son Jeff Skoll, Davis Guggenheim, Diane Weyermann, Ricky Strauss y Jeff Ivers. La coproductora es Lesley Chilcott.
Gore confronta a los cinéfilos con una concentrada carga de informaciones, los mensajes vienen como un golpe tras otro. Y a pesar de tantos datos y hechos, el filme nunca llega ser aburrido. Los recursos técnicos son empleados de manera inteligente, la enseñanza frontal es fundamentada y convincente.
Investigación climática suiza
Varios pasajes de la película se basan en resultados de la investigación climática suiza, como el documentado retroceso de los glaciares alpinos. O las concentraciones de gases de invernadero, medidas por científicos de la Universidad de Berna tras perforar el hielo de la Antártida.
También se ven imágenes de Suiza: el dramático repliegue de los glaciares del Ródano y el poblado de Brienz, que en 2005 fue devastado por un aluvión.
Un efecto especialmente alarmante surten las representaciones gráficas de inundaciones cada vez más frecuentes. En caso de que el nivel de los mares aumente seis metros – provocado por la fundición de los hielos de Groenlandia, podrían quedar bajo las aguas zonas como Holanda, Shangai, Bangladesh y gran parte de Manhattan.
La consecuencia serían corrientes masivas de refugiados. De hecho, una verdad muy desagradable.
Simplificaciones legítimas
Los resultados científicos del cambio climático que presenta Gore en el filme, con pocas excepciones corresponden a los estudios más recientes, escribe Thomas Stocker en el semanario zuriqués «NZZ am Sonntag». Stocker es jefe de la Sección Física Climática y Medioambiental de la Universidad de Berna.
Pero si se quiere abordar un tema tan complejo en sólo 90 minutos, las reducciones y simplificaciones son necesarias. «Por cierto, sin éstas los enunciados estarían mejor corroborados, pero es dudoso si también serían mejor entendidas. Como experimentado político y comunicador, Gore ha optado por la simplificación», según Stocker.
El mensaje infelíz de Gore
Desde hace casi 30 años Al Gore se ocupa intensamente del clima cambiante y su relación entre ser humano y tierra. Desde que el año 2000 perdió las elecciones presidenciales en los Estados Unidos por un margen mínimo, viaja por el mundo y habla del estado de nuestro planeta.
Este profesional ha tenido más de 1.000 presentaciones. De este modo, esta película documental ecológica se ha convertido no sólo en un alegato a favor del planeta Tierra, sino también en un filme sobre el mismo Al Gore.
El director Davis Guggenheim habría podido renunciar a los ejercicios biográficos sobre el protagonista, aunque ellos tienen que ver sólo en parte con el compromiso de Al Gore en este asunto.
La verdad desagradable ha empezado bien
El filme me ha convencido, dijo a swissinfo una espectadora después de la proyección. «Esta película ya es de por sí un éxito si abre los ojos sobre esta problemática -aunque sólo sea de una parte del público-, y con ello conduce a un cambio en el modo de pensar».
Lamentablemente películas como «Una verdad incómoda’ sólo calan en los ánimos de gente que ya está concienciada sobre el problema. Por lo general no en aquellos que para dar dos pasos sacan el auto del garaje.
Jean-Pierre Hügli, vocero de United International Pictures en Suiza es consciente de esta situación. «A pesar de ello esperamos que la película sea vista por un mayor número de espectadores. Tratándose de un filme documental, ha comenzado con muy buen pie».
El efecto de aprendizaje
Salas en Winterthur y en Zug han mostrado la película gratuitamente. De esta manera han llegado a un público que tal vez no se habría interesado.
También se espera que en lo posible muchas clases escolares, acompañadas de sus maestros, puedan ver este documental impactante.
Pues en opinión del físico climatólogo y medioambietal Thomas Stocker, «la actualidad de los hechos, las excelentes imágenes y los gráficos fácilmente entendibles, unidas a la credibilidad y capacidad de persuasión de Al Gore, confieren a este filme un gran efecto de aprendizaje- sin que los espectadores se aburran».
Fuentes: www.climatecrisis.uip.es y SwissInfo