Lanzar al mar las cenizas de un ser querido se ha convertido en una costumbre muy arraigada en el Mediterráneo… que ha comenzado a generar ya algunos problemas. Por ello, los expertos recomiendan el uso de urnas biodegradables, que evitan la contaminación del medio ambiente. El mar acaba por devolver muchos de los recipientes. De hecho, el departamento de objetos perdidos del Ayuntamiento de Castellón lleva recuperadas ya varias urnas durante los últimos años. Y es que muchas personas no se contentan con lanzar al mar los restos del difunto, sino que lo hacen con la urna incluida, que acaba regresando a la orilla.
«Lo que pedimos es que tengan conciencia de que si no quieren depositar la urna en el cementerio, que tiren las cenizas al mar, pero no con la urna a menos que ésta sea biodegradable», explicó Claudia Ibáñez, gerente del nuevo cementerio.
Asimismo, a la hora de la incineración se recomienda empezar a usar ataúdes con barnices ecológicos, para evitar la contaminación ambiental que conlleva la combustión. «Muchas veces se usan cajas con barnices que pueden resultar tóxicos», indicó Ibáñez, que también apostó por una mayor coordinación con las diferentes funerarias.
Fuente: www.elperiodicomediterraneo.com